Myriam Travesí

Montealto Alumni

Myriam Travesí es Fomento Alumni del colegio de Fomento Montealto. Actualmente reside en Yakarta (Indonesia) junto a su familia.

¿Qué has estudiado y dónde?

Estudié Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Madrid. Después realicé el Máster de Profesorado.

¿Por qué elegiste tu Carrera?

Elegí esta carrera porque durante el bachillerato me encantaron todas las asignaturas de ciencias y no quería una carrera que se enfocara en una materia sólo, quería una carrera que tuviera un poco de todo. Sabía que quería una ingeniería, y la más completa me pareció que sería Ingeniería Industrial.

Por otro lado, siempre había querido ser profesora, y el estudiar esta carrera me permitiría ser profesora de la mayoría de asignaturas de ciencias. Así que en cuanto acabé ingeniería hice el máster de profesorado para poder ejercer como profesora.

¿Cuándo decidiste y por qué irte fuera de España?             

Realmente nunca me había planteado ir a vivir fuera de España, no estaba en mis planes. Pero surgió la oportunidad a raíz del trabajo de mi marido, le propusieron una expatriación en Indonesia durante unos años. Lo pensamos durante un tiempo, vimos que podía ser una oportunidad para toda nuestra familia, que nos iba a enriquecer en todos los aspectos y nos lanzamos a la aventura.

¿Qué diferencias encuentras con España? 

Aún no hemos tenido mucho tiempo de conocerlo, pues como todo el mundo, estamos confinados en casa por el coronavirus. Sin embargo, las pocas semanas que pudimos hacer vida normal vi dos cosas que  me llamaron muchísimo la atención respecto a España:

  1. Lo orgullosos que se sienten aquí las personas con su religión. Aquí están reconocidas 5 religiones: Islam (la mayoría de la población), Catolicismo, Protestantismo, Budismo e Hinduismo. Aquí no se esconde la religión a la que uno pertenece, todo lo contrario, se sienten muy orgullosos de ello, te hablan de su Dios con toda naturalidad en las conversaciones más cotidianas. Y no se contempla el no pertenecer a una religión.

  2. La grandísima diferencia de clase social. Aquí no existe la clase media, está la clase alta y la clase baja. Realmente esta diferencia es muy abismal. Se pueden ver barrios de mucho lujo y barrios donde la gente pasa hambre. Es muy llamativo.

¿Qué tal la adaptación?

Pues por lo poquito que llevamos, por ahora ha sido muy buena, la gente aquí es muy amable y te intenta ayudar en todo lo que puede.

Y para mis hijos está siendo una experiencia única. El hecho de ver cómo viven otras personas, las costumbres que tiene, etc. Hace que se planteen muchas cuestiones de tipo cultural y religioso.

¿Dónde trabajas y cuáles son exactamente tus funciones? 

Trabajo de profesora en el colegio Los Tilos, actualmente en Bachillerato de la asignatura de Matemáticas. Sin embargo para venirme a Indonesia por el trabajo de mi marido (también Ingeniero Industrial) me he pedido una excedencia.

¿Qué tres palabras te vienen a la cabeza cuando piensas en tu colegio?

Hogar, Seguridad y Confianza.

¿Qué destacarías de tu paso por el colegio? 

El paso por el colegio me preparó como persona, en el nivel humano y me dio muchísima seguridad en el nivel académico y profesional. También me ha dado amistades de las de verdad.

En tu faceta profesional, ¿en qué crees que te preparó mejor el colegio?

En el ejemplo de mis profesoras. Me acuerdo mucho de ellas, de cómo nos trataban a las alumnas, de cómo ejercían su profesión, etc. Y muchas muchísimas veces me sirven de referencia al ejercer yo mi profesión de profesora.

Humanamente, ¿has notado la huella de los valores del colegio en tu trayectoria profesional y personal?

Por supuesto, el colegio me ha marcado muchísimo. En el nivel profesional como he dicho tomando como modelos profesoras que me han marcado en mi vida, y en el nivel personal también lo noto, sobre todo a la hora de educar a mis hijos, viendo como en el colegio nos educaban a nosotras, es lo yo que quiero para mis hijos y así intento hacerlo.

Miriam Travesí entrevista Fomento Alumni

«El paso por el colegio me preparó como persona»